El vestuario Maya marcaba la identidad de una persona, ya que en función de su género o jerarquía social, se usaba un tipo de prenda e incluso diferentes colores. Los materiales también eran diferentes y todos estos tejidos y bordados, eran realizados por las mujeres.

Las mujeres llevaban unas faldas largas o huipil, sus bordados y coloridos siempre variaban en función del estatus y la jerarquía de esa mujer. El torso lo llevaban tapado con una camiseta o manto, poniendo una especia de pañuelos en sus hombros. Los peinados eran muy elaborados y también pintaban su cara.

Los hombres únicamente llevaban un calzón o taparrabos llamado patí, sus colores, al igual que en el caso de las mujeres, venían marcados en función de la clase social. El pecho lo llevaban al descubierto. La vestimenta de los hombres podía variar en función que iban demostrando sus habilidades.

Este tipo de vestimenta, tanto de hombres como de mujeres, era clásico de la gente del pueblo, la clase obrera y trabajadora que vivía en el campo.

El vestuario de la nobleza Maya, con un poder adquisitivo mucho mayor, era diferente. Solían utilizar bordados con plumas y piedras, además de grandes cinturones, sandalias, tocados y todo tipo de lujos que marcaba de forma evidente su estatus social.

A sus indumentarias, le añadían todo tipo de joyería y oro, era muy común el uso de orejeras, narigueras, brazaletes y anillos de jade, cuarzo y oro. Algunos de sus accesorios más representativos eran las diademas, turbantes y sombreros.

En los momentos especiales, como podían ser las fiestas y celebraciones, el uso de la joyería y el oro, aumentaba muy considerablemente.

La vestimenta para un ritual iba acompañada de elementos que simbolizan la prosperidad, haciendo referencia a la luna o a sus ancestros, entre otras muchas cosas.

Al tratarse de rituales, la vestimenta era mucho más elaborada y majestuosa, vistiendo más joyería y piedras bordadas de lo habitual. Los mayas que se encargaban de efectuar la danza propia del ritual, utilizaban una ropa ligera y una cola de plumas abundante.

Los símbolos bordados, poseían un significado bendito, ya que como muestra de ofrenda de la diosa Ixchel, una diosa muy importante de la cultura Maya, las mujeres habían recibido el talento para bordar. Históricamente, la vestimenta Maya tuvo un gran significado y relevancia en comparación al resto de culturas.

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